Suele ser bastante complicado hacer un bizcocho con sabor a alguna fruta porque al hornearse pierden todo su aroma y sabor característico. Pero hay algunas excepciones! Las frutas ácidas, como el limón, que conservan ese toque de acidez a pesar de ser sometidas a fuertes temperaturas son un buen ingrediente para bizcochos.
Otro buen ejemplo es el maracuyá o fruta de la pasión. Este cake o budín elaborado utilizando pulpa de maracuyá tanto en el bizcocho como en el glaseado es una bomba de sabor. Y sobre todo muy fácil de hacer!
Si tienes la suerte de vivir en zonas tropicales y consigues el fruto fácilmente puedes hacerlo con fruta fresca, solo asegurate que esten bien madura y dulce. En este caso para el bizcocho te recomiendo no utilizar las semillas, pero para el glaseado puedes usarlas y le darán un toque crujiente que le queda genial.
Si vives como yo en zonas que es mas complicado conseguirla puedes utilizar pulpa comprada y quedará igual de bien. En España se consigue pulpa de maracuyá muy fácilmente en tiendas o colmado latinos.
Aquí tienes la receta:
CAKE DE MARACUYÁ O FRUTA DE LA PASIÓN
Para el bizcocho
3 huevos
200 g de azúcar
130 g de pulpa de maracuyá o fruta de la pasión (90 g para el bizcocho y 40 g para embeber)
100 g de mantequilla fundida
170 g de harina
1 cdta levadura química
Enciende el horno a 180ºC.
Funde la mantequilla y mézclala con 90 g de pulpa de maracuyá y resérvala. Aquí ten cuidado que la pulpa no esté muy fría o recién sacada de la nevera porque endurecerá la mantequilla. Lo ideal es que la pulpa este a temperatura ambiente así al unirla con la mantequilla caliente queda una mezcla templada.
Bate los huevos con el azúcar hasta que monten y estén pálidos. Baja la velocidad de la batidora, añade la pulpa con la mantequilla y bate unos segundos mas hasta incorporarla. Por ultimo añade la harina y la levadura química y bate lo mínimo hasta incorporarla.
Vierte la masa en un molde para plum cake de unos 24 cm de largo forrado con papel para horno.
Hornea el bizcocho durante 40 minutos o hasta que al insertar un cuchillo o brocheta salga limpia. ¡Recuerda no abrir la puerta del horno los primeros 30 minutos!
Apenas lo saques del horno y cuando aún este caliente embébelo con 40 g de pulpa.
Desmóldalo en caliente y déjalo enfriar bien antes de glasearlo. Puedes llevarlo a la nevera o al congelador así está bien frio y al cubrirlo con el glaseado este endurece mas rápido y no se derrama por los lados.
Para el glaseado de chocolate blanco y fruta de la pasión
120 g de chocolate blanco
45 g de pulpa de fruta de la pasión
15 g de mantequilla
15 g de miel
Funde el chocolate blanco en el microondas calentándolo a intervalos de 30 segundos y revolviendo entre uno y otro hasta que esté totalmente disuelto o al baño María colocándolo en bol sobre agua hirviendo, pero con el fuego ya apagado y teniendo cuidado que la base del bol no toque el agua así no se quema el chocolate.
Calienta la pulpa sin que llegue a hervir, viértela sobre el chocolate fundido y bate hasta obtener una mezcla homogénea. Al principio veras que cuesta un poco revolver y que el chocolate opone resistencia, pero continúa batiendo enérgicamente que terminara uniéndose bien todo.
Añade la miel y la mantequilla cortada en dados y a temperatura ambiente y revuelve hasta que estén bien incorporados.
Deja el glaseado enfriar a temperatura ambiente hasta que tenga consistencia mas espesa, como de una crema densa. Te aconsejo no acelerar el proceso poniéndolo en la nevera porque no enfriara de manera homogénea. Si igualmente lo enfrías en nevera deberás revolverlo cada pocos minutos así ayudas a homogeneizar la temperatura.
Cubre el bizcocho frio con el glaseado y espolvoréalo con chocolate blanco picado.
Para una mayor duración puedes conservarlo en la nevera en un recipiente hermético. Dura unos 7 días en nevera o 2 o 3 días a temperatura ambiente.