Crecer en Argentina significa crecer comiendo grisines. Cuando era pequeña, en la mesa junto al pan siempre estaban los infaltables grisines. Podían ser industrializados, mas pequeños y regulares o podían ser comprados en una panadería, bien largos e irregulares, con las típicas puntas mas gorditas. ¡Obviamente estos eran mis preferidos!
Los grisines son unas bastones de pan crujiente típicos italianos (ellos los llaman grissini) que heredamos en Argentina, como gran parte de nuestra gastronomía, de nuestros ancestros inmigrantes. Podríamos decir que son el equivalente a los picos, los colines y las regañas. Son ideales para acompañar un pica-pica o para picar entre horas.grisines-integrales-ideales-para-acompañar-un-pica-pica-y-muy-fáciles-de-hacer
Hoy les traigo la receta de mi versión hecha con una mezcla de harina integral y rebozados con sésamo para darle un sabor extra.
Grisines integrales
Para unos 30 grisines de 25/30 cm de largo
180 ml de agua
5 g de sal
15 g de miel
5 g de levadura fresca de panadería
130 g de harina de fuerza
180 g de harina integral
15 g de aceite de oliva
Elabora a mano o en un robot de cocina una masa con todos los ingredientes. Amásala hasta que este lisa y elástica.
Colócala en un bol untado con aceite, tápala y déjala reposar en un sitio cálido hasta que duplique su volumen.
Coloca la masa sobre una mesa espolvoreada con harina y estírala hasta que obtengas un rectángulo de unos 25 x 30 cm y 5/6 mm de espesor.
Corta tiras de unos 5/6 mm de grueso y acomódalas en una bandeja con papel para horno. Déjalos reposar durante 30 minutos tapados.
Enciende el horno a 180 C.
Hornéalos durante 20/25 minutos o hasta que estén dorados. Apaga el horno y déjalos enfriar dentro del horno para que terminen de secarse.
Guárdalos en un recipiente hermético.
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