¿Ya estás pensando en el postre para estas fiestas? Aquí te damos la solución: una suave mousse de turrón de jijona con peras caramelizadas y crumble de canela. Y en dos opciones, una más elaborada de mousses individuales con un glaseado espejo, aunque si no tienes moldes también puedes hacer una sola grande. ¡Y si no quieres complicarte tanto también puedes presentarla en vasos! Esta receta es ideal tanto para las fiestas como para después, cuando nos quedan restos de turrón y queremos aprovecharlos. Aquí va:
Para 8 raciones
Para el relleno de peras
35 g de azúcar
150 g de pera cortada en dados pequeños
Pon el azúcar en una cacerola y llévala al fuego hasta conseguir un caramelo dorado. Añádele la pera cortada en dados y cocínalo hasta que el líquido de la pera se haya mezclado con el caramelo. Continúa cocinando hasta que el líquido se haya evaporado y espesado. Pásalas a otro recipiente y déjalas enfriar bien antes de utilizar. Si deseas adelantar trabajo puedes hacerlas el día anterior o un par de días antes conservándolas en nevera en un recipiente hermético.
Para la mousse
2 huevos
14 g de almidón de maíz
160 g de leche
200 g de turrón de jijona
5 g de gelatina en hojas
40 g de azúcar
100 g de nata para montar
Pon a hidratar la gelatina en hojas en agua muy fría. Resérvala. Separa las claras de las yemas. Monta las claras con la mitad del azúcar y resérvalas. Haz una crema pastelera con las yemas, la leche y el almidón. Añádele el turrón desmenuzado cuando aún esta calienta y revuelve bien hasta obtener una crema lisa. Escurre la gelatina y fúndela unos segundos en el microondas. Añádela a la crema pastelera de turrón y déjala enfriar un poco. Agrega las claras montadas en dos tandas a la crema pastelera y por último la nata montada, también en 2 tandas, mezclando con cuidado para no bajar el batido. Llena moldes individuales de silicona con la mousse, pon en el centro una buena cantidad de pera caramelizada y cubre con más mousse hasta llenar todo el molde. Llévalas al congelador como mínimo 8 horas. Puedes elaborar las mousses con varios días de antelación y conservarlas en la nevera hasta el momento de montarlas.
Para la base de galleta
160 g de harina
70 g de azúcar moreno
130 g de mantequilla fría
Sal
½ cdta de canela
Enciende el horno a 180º C. Pon todos los ingredientes en el bol de la batidora y trabajo con la pala hasta conseguir grumos tipo crumble. También puedes hacerlo trabajando todo con las manos. Pon un cortador de galletas circular un poco más grande que el diámetro de los moldes que utilizaras para formar las mousses sobre una bandeja con papel de horno y llena el interior con crumble suficiente para formar una capa de unos 4 mm de espesor. Desparrámalo para cubrir toda la superficie del circulo sin presionar mucho (no queremos una galleta compacta). Quita el cortante y repite hasta hacer todas las bases. Hornéalas por unos 10 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. Déjalas enfriar y guárdalas en un recipiente hermético hasta utilizar. Manipúlalas con delicadeza porque son frágiles. Puedes elaborar estas bases con varios días de antelación, solo ten cuidado de protegerlas de la humedad en un recipiente bien hermético.
Para el glaseado
75 g de leche
15 g de miel o glucosa
4 g de gelatina
120 g de chocolate blanco
Lleva al fuego la leche con la miel hasta que hierva. Añádele la gelatina hidratada y revuelve hasta disolver bien. Vierte la mezcla caliente sobre el chocolate picado y remueve hasta unir bien todo. Déjalo enfriar a temperatura ambiente. Lo ideal es que lo uses cuando está a 30ºC.
Montaje
Cuando el glaseado este a 30º C, desmolda las mousses, acomódalas sobre una rejilla y viérteles el glaseado cubriendo bien toda la cara superior y dejando que caiga abundante glaseado por los laterales. Al estar congeladas las mousses el glaseado cuajara rápidamente. Acomoda cada mousse sobre una base de galleta y consérvalas en nevera dentro de un recipiente hermético hasta servir. Para dar tiempo a que se descongelen lo ideal es montarlas como mínimo unas 3 horas antes de servir. En el momento de servir puedes decorarlas con glitter comestible, bolas de chocolate o con unos cuantos cuadrados de pera caramelizada.
Otra opción, si quieres hacerlas más simples y no trabajar tanto, ¡es servirlas en vasos! Así te saltaras el paso del glaseado. Para ello cuando elabores la base de galleta no le des forma redonda, simplemente desparrámalo sobre una bandeja con papel y hornéalo. Llena los vasos con pera caramelizada y por encima con mousse y llévalos a la nevera hasta el momento de servir. Cúbrelos con una buena capa de crumble y sírvelos inmediatamente. Puedes congelar con varios días de antelación los vasos con la mousse y la pera, solo recuerda pasarlos a la nevera con suficiente antelación para que descongelen, como mínimo 6 horas.
Commentaires